Reviven la primera gran expedición científica española del s. XX por el Norte de África

por | May 17, 2016 | Tierra, mar y aire, Historia/Sociedad


Siguiendo los pasos de ÁNGEL CABRERA


Autores: Trino Ferrández, Adrián Ruiz, Félix Carrillo, Manolo Tapia, Rubén Vives, Gonzalo Martínez, Mohamed El Andalosi y Miguel A. Esteve

Ángel Cabrera. Foto: Los autores del reportaje.

Ángel Cabrera.

ÁNGEL CABRERA LATORRE (Madrid, 1879; La Plata, 1960) fue el mastozoólogo español de mayor relevancia de todo el siglo XX.

Hijo de un obispo protestante, nace el 19 de febrero de 1879 en Madrid. Allí estudia Filosofía y Letras, profesión que nunca ejerció. Desde muy joven, Cabrera muestra un gran interés por la Historia Natural, visitando las colecciones zoológicas de los museos. Con 16 años, solicita información sobre determinadas especies de primates sudamericanos al Museo de Historia Natural de Londres. Un año más tarde ya era miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural y al año siguiente, con apenas 18, publica su primer trabajo titulado “Observaciones sobre un chimpancé de ancas blancas” en las Actas de dicha Sociedad. Desde ese momento, comienza una vasta carrera científica que no se detendrá hasta su muerte en La Plata (Argentina) en 1960.

Bajo la dirección de Ignacio Bolívar, su gran maestro y amigo, el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, lo nombra en 1902 naturalista agregado. Bolívar le encarga el estudio de las colecciones de mamíferos, no sólo de la península ibérica sino en especial las provenientes de protectorados españoles en África y las de América del Sur. Su esfuerzo y buen trabajo le proporciona el reconocimiento de la casa real, que en 1904 lo nombra Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII.

En 1907, es elegido miembro por la Sociedad Zoológica de Londres, un reconocimiento que sólo poseía Ignacio Bolívar entre los zoólogos españoles. A partir de ese momento, su carrera científica como mastozoólogo comienza a ser conocida. En 1913, es nombrado representante del Gobierno Español en el 9° Congreso Internacional de Zoología, que tiene lugar en el principado de Mónaco. Meses después, es designado zoólogo de la expedición que la Real Sociedad Española de Historia Natural realiza a Marruecos, la que lleva a cabo en compañía de otros tantos investigadores de prestigio como: el geólogo Lucas Fernández Navarro, el geógrafo y botánico Juan Dantín Cereceda, el escritor y sociólogo Constancio Bernaldo de Quirós o el entomólogo Fernando Martínez de la Escalera. Esta será la primera de 4 expediciones a Marruecos que Cabrera realizará entre 1913 y 1923. En 1919, por mandato del Ministerio de Estado, encabeza la expedición al Rif y en 1921 viaja como jefe de otra expedición al Marruecos Occidental. Por último, en 1923, será el zoólogo a cargo de mamíferos e insectos de la expedición del almirante H. Lynes, de la Marina Británica, para explorar algunas zonas montañosas del norte de Marruecos.

En 1925, a los 46 años y siendo ya un reconocido científico de fama y reconocimiento europeo, se traslada a Argentina con su familia para no regresar más a España. Allí acepta la dirección del departamento de Paleontología del Museo de La Plata continuando su fulgurante trayectoria científica, ahora más dedicado a temas paleontológicos. Ángel Cabrera muere en la Plata a los 81 años, en plena producción científica.


 

TRAS LOS PASOS DE ÁNGEL CABRERA POR LA YEBALA Y EL RIF, MARRUECOS ORIENTAL.

(Todas las fotos actuales han sido tomadas por los autores del reportaje)

Entre los años 1913 y 1923, en los primeros momentos del Protectorado español en Marruecos, Ángel Cabrera Latorre, uno de los naturalistas españoles de mayor relevancia nacional e internacional del s. XX, realizó cuatro viajes de exploración científica a las regiones norteafricanas de la Yebala y el Rif. Financiado por la Sociedad Española de Historia Natural y acompañado, en alguno de ellos, de otros investigadores de prestigio, como el geólogo Lucas Fernández Navarro, el geógrafo y botánico Juan Dantín Cereceda, el escritor y sociólogo Constancio Bernaldo de Quirós o el entomólogo Fernando Martínez de la Escalera, que muestrearon y estudiaron la fauna, la flora, la geología y la etnografía de esas tierras africanas.

El joven Ángel Cabrera.

El joven Ángel Cabrera.

Como resultado de aquellas cuatro expediciones, se publicaron diferentes trabajos, algunos de los cuales se relacionan al final del texto. La documentación gráfica y escrita que dejaron es abundante y eso nos ha permitido, junto a la cartografía del ejército español existente de aquella época, conocer y situar, con notable exactitud, los lugares que visitaron y su situación a principios del siglo XX; las rutas y recorridos por los que transcurrieron las expediciones, así como las anécdotas e impresiones de cada uno de los participantes. Al mismo tiempo, disponemos de las contribuciones científicas en flora y fauna que, tras su regreso, fueron publicadas, lo que nos proporciona una información muy precisa de las especies que muestrearon o descubrieron y de la situación de sus poblaciones y abundancia a comienzos del siglo pasado.

Portada del libro donde se relatan las aventuras de las cuatro expediciones.

Portada del libro donde se relatan las aventuras de las cuatro expediciones.

Portada de la 1ª edición de “Los Mamíferos de Marruecos” publicado en 1932.

Portada de la 1ª edición de “Los Mamíferos de Marruecos” publicado en 1932.

Aprovechando dicha documentación y la circunstancia de su centenario, en una fecha intermedia entre el primer y último viaje, iniciamos los preparativos para la realización de otras tantas expediciones que reproduzcan, cien años después, aquella aventura marroquí, con la intención de comparar la fauna tras los pasos de Cabrera. Creemos que se trata de una oportunidad única para rememorar y dar a conocer una figura clave de la ciencia española al tiempo que se divulgan aspectos poco conocidos de un momento muy relevante de nuestra historia política y científica reciente. Divulgar unas exploraciones tan importantes para la ciencia española como las llevadas a cabo por Ángel Cabrera entre 1913 y 1923, y comparar sus resultados con los obtenidos cien años después, nos brindará la oportunidad de rememorar nuestra historia conjunta al tiempo que sensibilizar en la necesidad de proteger y conservar nuestro patrimonio natural, independientemente del lugar en el que se encuentre. También nos permitirá estudiar, describir y divulgar, la situación actual de una naturaleza y de una cultura como la marroquí, cada vez más necesitada de protección y de una gestión sensible y sostenible. Rememorar los viajes por la Yebala y el Rif llevados a cabo hace un siglo, pretende ser un ejercicio práctico de estudio comparado que nos permita conocer mejor la evolución histórica y la realidad de este territorio tan próximo y a la vez tan distante en muchos aspectos de nuestra realidad occidental.      

Mapa del Protectorado español y áreas por donde realizó Cabrera sus cuatro viajes.

Mapa del Protectorado español y áreas por donde realizó Cabrera sus cuatro viajes.

El segundo viaje de Ángel Cabrera y nuestra primera expedición.

El segundo viaje que Cabrera realizó a Marruecos en 1919 le llevó por los montes de Guelaya y el Garet, las llanuras de Zebra, las riberas del río Muluya y las sierras de Kebdana.

Recorrido de Ángel Cabrera en su 2º viaje.

Recorrido de Ángel Cabrera en su 2º viaje.

“La segunda vez que estuve en Marruecos -escribe Cabrera- llevóme allá el deseo de conocer la fauna rifeña (…). En esta ocasión hice el viaje sin más compañía que la de un ayudante preparador, joven D. Manuel García Llorens, quien, con el entusiasmo propio de la poca edad, llegó a África ansioso de ver mundo y de ejercitar taxidérmica en tierras marroquíes”. El 30 de abril de ese año desembarcó en Melilla; nosotros lo hicimos el 29 de marzo de 2016, 97 años después. “Ciudad que no trataré de “descubrir”, pues, aparte de ser bien conocida de millares de españoles, al igual de Ceuta, no es más que un trazo de España plantado en África; más no debo pasar en silencio el asombro que me produjo encontrar una ciudad hermosa y floreciente donde, por lo que de oídas sabía, diez años antes apenas había otra cosa que la antigua población murada, el presidio, rodeado a distancia de un cinturón de fuertes que ahora queda incluido en la ciudad misma. Viendo la moderna Melilla, con sus comercios, con sus bellos edificios, sus amplias calles y sus diferentes servicios mucho mejor montados que en no pocas poblaciones peninsulares, no pude menos de pensar que si a los españoles se nos tacha de no ser colonizadores, no será porque nos falte habilidad ni espíritu”.

Sin duda no era esta la Melilla en la que nosotros desembarcamos, mucho más poblada y extensa, pero todavía con sus amplias calles centrales y aquellos edificios coloniales que Cabrera admiró. No nos habla, sin embargo, de su entorno, a buen seguro menos transformado y alterado que hoy, pero sí de un cinturón de fuertes que impedían la entrada a la ciudad de los marroquíes, sustituido en la actualidad por una doble alambrada de bochornosas concertinas.

Por las fronteras legales, un hervidero de personas y bártulos se trasladan hoy de un país a otro, de África a Europa, veinticuatro horas al día. Misteriosos criterios personales de la guardería de control, deciden quién pasa y quién no de la necesidad al desahogo. Decenas de mujeres cargadas como mulas, así las llaman, hacen y deshacen el camino de ida y vuelta sin descanso con inmensos fardos repletos de necesidades básicas, por un jornal que sólo les da para mal comer.

Tortuga mora en las inmediaciones de la “valla”.

Tortuga mora en las inmediaciones de la “valla”.

Antes de partir, Cabrera recorrió, durante 5 ó 6 días Melilla y sus alrededores, mientras ultimaba sus preparativos; nosotros, en apenas una mañana, cambiamos algunos euros por dírham, instalamos los focos en el coche para los transectos nocturnos, compramos comida y cerveza y cruzamos la frontera. Desde Segangan, adonde viaja Cabrera un par de días antes de emprender camino a Monte Arrui, acompañado del “señor Jiménez Athy administrador de Correos de Monte Arrui, y cazador infatigable con ribetes de naturalista”, nos describe el paisaje: “al norte, dominándolo todo, el célebre Gurugú, o, como le llaman en el país Yebel Sidi Ahmed el Hach”.

Ese fue nuestro primer punto de destino tras salir de Melilla. Allí colocamos las cámaras-trampa y algunas jaulas-trampa con diferentes cebos, que pronto descubrimos prácticamente ineficaces debido a su diseño. El Gurugú, conocido hoy por los asentamientos de subsaharianos que esperan el momento adecuado para saltar la alambrada que separa Marruecos de Melilla, apenas conserva el interés natural que debió tener cuando Cabrera lo visitó. Asediado por las reforestaciones de eucaliptos y pinos carrascos y con una fuerte presión antrópica (a sus pies se extiende la ciudad de Nador), mantiene algunos grupos de Macacos de Berbería, que sobreviven a base de piñas y algunas herbáceas, completando su dieta con las chucherías y restos de comida que los visitantes les proporcionan.

Macaco de Berbería.

Macaco de Berbería.

Al poblado de Monte Arrui viaja nuestro naturalista desde Melilla tras regresar de su breve excursión a Segangan. Desde allí se extienden hacia el sur las llanuras del Garet. Así nos describe Cabrera las llanuras predesérticas del Garet: “A decir verdad, el Garet puede considerarse como un desierto en miniatura (…). Según Duveyrier, su nombre significa “suelo de piedras negras”, y la verdad es que, aunque no negras precisamente, hay allí piedras por todas partes. Lo único que abunda más que las piedras son los caracoles…  Habla también de la presencia de gacelas y avestruces, citando al mismo geógrafo francés, aunque unos párrafos más abajo lo desmiente sentenciando: “Por supuesto, las gacelas y los avestruces sólo existen en la imaginación de Duveyrier; si vivieron allí, debió ser hace un centenar de años, cuando también había leones en las montañas de Guelaya. Hoy sólo se encuentran algunos jerbos, algún chacal que baja de los montes y, a veces, una linda alimaña blanca y negra, de abundante pelaje, parecida a la mapurita o zorrina de América y, como esta, bastante maloliente. Ignoro cómo llaman los indígenas a este bicho; su nombre científico Paecilictis vaillanti. De aves tampoco hay gran variedad: dos especies de cogujadas, algunos alimoches, cigüeñas que deben venir de muy lejos en busca de los insectos y reptiles que pululan entre las piedras y, sobre todo, cuervos, muchísimos cuervos…

¡Se lamenta Cabrera de la pérdida de biodiversidad en 1919, añorando los leones de la Guelaya y las gacelas y avestruces que debieron vivir en el Garet cien años atrás! Ironías de la historia, que nos pone en la misma tesitura cien años después de sus palabras, pero ahora ya no buscamos leones o avestruces, nos conformamos con constatar la presencia de chacales y zorrillas libicas.  Cuervos y alimoches están presentes todavía, aunque, estos últimos, en menor cantidad; y es que hoy, parte de estas llanuras se encuentran transformadas  en cultivos de cítricos, resultando premonitorias las palabras de Cabrera cuando comenta la posibilidad de convertir en un vergel aquellas áridas tierras: “Probablemente, se podría convertirlo en un vergel, o, cuando menos, en un terreno productivo mediante obras de irrigación como las que los norteamericanos han llevado a cabo en el desierto de Colorado.

Vegetación fuera y dentro de un Morabito. Monte Kerker.

Vegetación fuera y dentro de un Morabito. Monte Kerker.

Al sur de Monte Arrui se levanta el Monte Kerker, hacia allí nos dirigimos, siguiendo los pasos de nuestro naturalista y después de muestrear el Gurugú con algunos transectos más. En Monte Arrui estableció Cabrera su centro de operaciones los días que dedicó a estudiar la fauna del Garet. “El monte que da nombre a la posición no es realmente más que un cerrete cuya altura no pasa de 167 metros sobre el nivel del mar; pero parece mucho más grande por contraste con lo llano del Garet, vasta planicie de 400 kilómetros cuadrados que desde Zeluan se extiende hasta los Montes Ziata y el Yebel Kerker…”. Algunos bosquetes de pino carrasco, que la falta de agua mantiene al borde del estrés hídrico permanente, se esfuerzan por salir adelante hoy entre lomas, cabezos desnudos y algún que otro asentamiento olvidado en el Monte Kerker. Sólo en el interior de los morabitos se puede intuir el esplendor de lo que debió ser la vegetación al pie de los Ziata y el Monte Kerker. En este último, colocamos de nuevo nuestras jaulas-trampa, hicimos unas esperas al amanecer y realizamos unos transectos.

Hacia el sur, una extensa hamada se dispersa sin dejar rastro de nada que no sean piedras y llanuras resecas salpicadas aquí y allá por rebaño de resignadas ovejas acostumbradas a pastar entre los escuálidos matojos.

Rebaño de ovejas en las inmediaciones del Monte Kerker.

Rebaño de ovejas en las inmediaciones del Monte Kerker.

Antes de dejar Monte Arrui, visitamos su zoco como lo hiciera nuestro naturalista y, por sus palabras y a la vista de lo que encontramos, no parece que haya cambiado gran cosa. “El zoco que los domingos se celebra al pie de Monte Arrui, más que de mercado me hizo el efecto de un concurso de pordioseros. Por lo demás, me pareció un espectáculo sumamente interesante, por ser el primer zoco de campo que veía”.

Artesano preparando un fardo para su trasporte. Zoco de Monte Arrui en 2016.

Artesano preparando un fardo para su trasporte. Zoco de Monte Arrui en 2016.

Panorámica del Zoco de Monte Arrui en 2016.

Panorámica del Zoco de Monte Arrui en 2016.

Zoco Monte Arrui en 1919. Fuente: Magreb-el-Aksa. Recuerdo de cuatro viajes por Yebala y por el Rif. Ed. Ibersaf Industrial S.L.

Zoco Monte Arrui en 1919. Fuente: Magreb-el-Aksa. Recuerdo de cuatro viajes por Yebala y por el Rif. (Ed. Ibersaf Industrial S.L.)

En tren hizo Cabrera, junto a su ayudante taxidermista y dos cazadores del país el recorrido que separa Monte Arrui de Zeluán, de camino a las Llanuras de Zebra y las riberas del río Muluya. Como él, nosotros realizamos el recorrido sin apenas detenernos en Zeluán, que aunque hoy es una típica ciudad marroquí, tan sólo era una fortaleza cuando Cabrera la visitó: “Zeluan no figura en un mapa que no fuese de Marruecos, como no figura en los mapas de Alemania los castillos que el viajero encuentra a lo largo del Rhin. Porque Zeluan es eso, una fortaleza, una kasba, que se dice en árabe, o una alcazaba…”.

Pescadores recogiendo sus redes en la desembocadura del Muluya. Al fondo las Islas Chafarinas.

Pescadores recogiendo sus redes en la desembocadura del Muluya. Al fondo, las Islas Chafarinas.

El río Muluya que nace en las altas cumbres del Atlas Medio serpentea durante 520 km para desembocar al este de la ciudad de Cabo Aguas, frente a las Islas Chafarinas y muy cerca de la frontera argelina.  Pese a que sólo muestreamos parte de su recorrido, nos sorprendió el buen estado en el que encontramos sus riberas, la calidad del agua y su estado de conservación general. No resultó difícil constatar la presencia de nutria (Lutra lutra) o una colonia de cernícalos primilla criando en los taludes de arenisca sobre los que se encajan sus aguas.

Meandro del Muluya. En primer plano ejemplar de Populus euphratica.

Meandro del Muluya. En primer plano, ejemplar de Populus euphratica.

Como nosotros, Cabrera encontró una gran número de galápagos leprosos a lo largo de sus márgenes: “Los últimos (galápagos) eran en algunos puntos muy numerosos, viéndoseles agrupados al sol unos sobre otros, formando montones informes que, de lejos, se confundían con algunos preduscos, y al acercarse a ellos se dehacían en una porción de quelonios de todos tamaños, que, con gran ruido, se arrojaban al agua”.

Hasta las orillas del Muluya llegó nuestro primer viaje, que esperamos completar en próximas expediciones acabando los muestreos de las riberas del Muluya y la sierra de Kebdana con sus laderas y barrancos de la cara norte hasta la costa lo que allí se conoce como “Los ciento un barrancos”.

La fauna comparada: Métodos

Cabrera acostumbraba a viajar acompañado de algún experto taxidermista. En su segundo viaje, el ayudante preparador, como él lo llama, fue Manuel García Llorens en el que recayó la tarea de preparar las pieles y los animales que iban capturando. No había muchas más formas de muestrear a comienzos del siglo XX, que apuntar bien y disparar a todo lo que se cruzara en el camino. Aunque en la descripción de sus viajes no hace alusión al uso de prismáticos es probable que dispusiera de algún par. En todo caso, se hacía imprescindible el examen detenido de los diferentes ejemplares a fin de identificar, con el mayor grade de precisión posible, la especie, lo que sólo se lograba cazándolos. Algunos dibujos, probablemente hechos por él, o fotografías de los animales de interés, también le servían para interrogar a los lugareños sobre la presencia de esas especies en la zona. En ocasiones, eran los propios indígenas, como Cabrera los llamaba, quienes le traían algún espécimen con la intención de hacer negocio con tan excéntrico personaje, que gastaba su tiempo en la captura de los animales más inservibles.

Con estos más bien escasos, aunque a buen seguro efectivos, recursos metodológicos y apoyados en la bibliografía existente, identificaron el 84% de las especies de mamíferos que hoy conocemos en Marruecos, lo que nos da idea del excelente trabajo realizado en condiciones verdaderamente precarias.    

Afortunadamente, hoy disponemos de un aceptable conjunto de técnicas y métodos de muestreo para vertebrados que, al menos, no resulta tan drástico en cuanto a sus consecuencias para la fauna. Centrándonos en los mamíferos, nuestro grupo de mayor interés y también de Cabrera, llevamos a cabo un total de 5 técnicas de muestreo: a) Fototrampeo: Cámaras-trampa que permiten capturar imágenes de la fauna. Para el acercamiento de los animales se emplean cebos o atrayentes específicos. b) Jaula-trampa: Pequeñas jaula que permiten capturar en vivo, mediante cebos o atrayentes, pequeñas especies de micromamíferos e insectívoros principalmente. c) Esperas: Realizadas al amanecer o al atardecer, siempre desde un punto elevado con buena visibilidad y amplia superficie de muestreo. Apoyados de prismáticos y telescopios terrestres. d) Entrevistas: Realizas a pastores de las zonas de muestreo. Se disponía de material gráfico con las imágenes de las especies más representativas de las zonas de estudio. e) Transectos: Desplazamiento realizados en coche a una velocidad constante de 30 km/h. De entre 20 y 50 km de longitud. Apoyados con focos especiales para los nocturnos.

Adrián Ruiz colocando las cámaras-trampa.

Adrián Ruiz colocando las cámaras-trampa.

Adrián Ruiz, Manolo Tapia y Trino Ferrández colocando las jaulas-trampa.

Adrián Ruiz, Manolo Tapia y Trino Ferrández colocando las jaulas-trampa.

Félix Carrillo y Adrián Ruiz realizando una espera al amanecer.

Félix Carrillo y Adrián Ruiz realizando una espera al amanecer.

Trino Ferrández y Adrián Ruiz realizando entrevistas a los pastores.

Trino Ferrández y Adrián Ruiz realizando entrevistas a los pastores.

Rubén Vives en un transecto diurno por la ribera del río Muluya.

Rubén Vives en un transecto diurno por la ribera del río Muluya.

Para el trabajo de campo, establecimos un total de 5 ÁREAS de muestreo a lo largo de la ruta seguida por Cabrera en 1919: Área 1: Monte Gurugú; Área 2: Monte Kerker; Área 3: Riberas del Muluya; Área 4: Montes de Kebdana y Área 5: Los ciento y un barrancos.

Dentro de cada una de las áreas se identificaron un número variable de BLOQUES, en función de los distintos tipos de hábitats presentes. Por último, dentro de cada bloque, se definieron los PUNTOS de muestreo, en número también variable, dentro de los cuales se estableció el tipo de técnica más adecuada de entre las relacionadas más arriba. Como es evidente, los puntos de muestreo en los que se llevaron a cabo las entrevistas fueron identificados a posteriori, una vez conocida la ubicación UTM de los pastores entrevistados.

Mapa de ubicación de las áreas de muestreo establecidas.

Mapa de ubicación de las áreas de muestreo establecidas.

La fauna comparada: Resultados

No es posible comparar, a día de hoy, lo resultados que Cabrera obtuvo en sus cuatro expediciones por el norte de Marruecos, con nuestros resultados preliminares. No obstante, relacionamos los resultados parciales, así como algunas comparaciones relevantes, entre nuestros resultados y los suyos, sobre ciertas especies.

Así, por ejemplo, Cabrera no encontró Macaco de Berbería en el Rif: “ En el Rif falta por completo, lo mismo que en la parte contigua de Argelia, en la región de Orán (Los Mamíferos de Marruecos, pág. 202). La especie fue introducida por lo que, a principios de siglo XX, no existía ninguna población de Macacos en el Monte Gurugú ni en sus inmediaciones. Considerada por la UICN como especie “En Peligro”, la cartografía publicada no refleja, como población introducida, los grupos existentes en el Monte Gurugú, aunque sí los de Gibraltar curiosamente.

Elephantulus rozeti capturado por la cámara de Manolo Tapia. Foto: Los autores del reportaje.

Elephantulus rozeti capturado por la cámara de Manolo Tapia.

En su monografía “Los mamíferos de Marruecos”, Cabrera divide el país en cuatro grandes distritos zoogeográficos, denominando Distrito Rifeño al extremo oriental en el que se encuentra el área que recorrió en su 2º viaje exploratorio, objeto de este artículo. Para cada distrito estableció las especies propias de mamíferos con relación a las diferencias de las condiciones ambientales locales; especificando que: “Esto no quiere decir, desde luego, que las faunas de dichos distritos sean completa y absolutamente distintas, antes al contrario, muchas especies son comunes a dos o más de estas divisiones; pero en tales casos, lo más frecuente es que en cada división presente la especie determinadas modificaciones constituyendo razas geográficas distintas”.

Distritos zoogeográficos de Marruecos establecidos por Á. Cabrera en su obra “Los mamíferos de Marruecos”.

Distritos zoogeográficos de Marruecos establecidos por Á. Cabrera en su obra “Los mamíferos de Marruecos”.

Éste es el listado original que Cabrera publicó para el Distrito rifeño:

Elephantulus rozeti rozeti. Aethechinus algirus algirus. *Crocidura russula agilis. *Rhinolophus ferrumequinum obscurus. Rhinolophus euryale barbarus. Rinolophus hipposideros minimus. Myotis myotis oxygnathus. Myotis capaccinii. Pipistrellus kuhli. *Canis lupaster algerensis. *Vulpes vulpes atlantica. Poecilictis vaillanti. Putorius furo. Mustela numidica. Herpestes ichneumon numidicus. Hyaena hyaena barbara. Fells lybica constantina. Caracal caracal algirus. II Panthera pardus panthera. Monachus monachus. Eliomys mumbyanus mumbyanus. Meriones shawi. Mus musculus brevirostris. *Mus spicilegus riffensis. Rattus norvegicus. Rattus rattus nericola. Lemniscomys barbarus. *Scirtopoda gerboa mauritanica. Hystrix cristata. *Oryctolagus cuniculus algirus. *Lepus schlunbergeri pediaeus. Sus scrofa algirus. *Gazella dorcas cabrerae.

“Se señalan con un asterisco (*) aquellas que parecen ser peculiares de cada distrito; pero al decir peculiares entiéndase con respecto a los demás distritos marroquíes, pues las formas que se indican como propias del distrito rifeño pueden encontrarse también en Argelia, y las peculiares del sector saharense háyanse además en otros puntos del Sáhara, llegando en algunos casos hasta el Senegal, hasta el Alto Níger o hasta el valle del Nilo. Con el signo II, se han marcado aquellas formas que, dentro de un distrito determinado, sólo se encuentran en algún punto inmediato al límite de otro distrito, del que son más características. Finalmente, los nombres entre paréntesis cuadrados corresponden a aquellos mamíferos que se han extinguido, al menos aparentemente, durante los diez o doce últimos arios, es decir, en el tiempo  transcurrido desde que inicié la preparación de la presente obra”.

Especies, familias y órdenes identificados por Cabrera y asignadas a cada uno de los 4 Distritos Zoogeográficos, en su monografía “Los Mamíferos de Marruecos”.

Orden: INSECTIVORA

Familia: Macroscelidae

Elephantulus rozeti rozeti. Elephantulus rozeti moratus. Elephantulus rozeti atlantis. Elephantulus rozeti deserti

Familia: Erinaceidae

Aetechinus algirus algirus. Aetechinus algirus lavaudeni. Paraechinus deserti deserti

Familia: Soricidae

Crocidura whitakeri. Crocidura russula agilis. Crocidura russula yebalensis

Orden: CHIROPTERA

Familia: Rhinolophidae

Rhinolophus ferrum-equinum obscurus. Rhinolophus euryliale barbarus. Rhinolophus hipposideros minimus. Rhinolophus hipposideros escalerae. Hipposideros caffer tephrus. Asellia tridens diluta

Familia: Vespertilionidae

Myotis myotis oxygnathus. Myotis capaccinii. Pipistrellus kuhlii kuhlii

Orden: CARNIVORA

Familia: Canidae

Canis lupaster algeriensis. Canis lupaster maroccanus Vulpes vulpes acaab. Vulpes vulpes atlantica. Fennecus zerda

Familia: Mustelidae

Mellivora leuconota. Poecilictis vaillantii. Putorius furo. Mustela numidica. Lutra lutra splendida

Familia: Herpestidae

Herpestes ichneumon numidicus. Herpestes ichneumon sangronizi

Familia: Viverridae

Genetta genetta afra

Familia: Hyaenidae

Hyaena hyaena barbara

Familia: Felidae

Caracal caracal algirus. Panthera pardus panthera Felis libyca libyca. Felis libyca constantina. Leo leo leo. Acinonyx jubatus hecki

Familia: Phocidae

Monachus monachus

Orden: PRIMATES

Familia: Cercopithecidae

Macaca sylvanus

Orden: RODENTIA

Familia: Sciurudae

Atlantoxerus getulus

Familia: Muscardinidae

Eliomys mumbyanus mumbyanus

Familia: Cricetidae

Meriones shawii. Meriones grandis Gerbillus hirtipes hirtipes. Gerbillus hirtipes hesperinus Dipodillus campestris riparius. Dipodillus campestris cinnamomeus. Dipodillus campestris rozsikae. Dipodillus hilda

Familia: Muridae

Sylvaemus sylvaticus hayi. Mus musculus brevirostris Mus musculus far. Mus spicilegus lynesi Mus spicilegus magrebinus. Mus spicilegus rifensis. Rattus norvegicus. Rattus rattus nericola Rattus rattus sucerensis. Mastomys peregrinus. Lemniscomys barbarus barbarus

Familia: Dipodidae

Scirtopoda gerboe mauritanica. Juculus juculus sefrius

Familia: Ctenodactylidae

Massoutiera mzabi

Familia: Hystricidae

Hystrix cristata. Hystris occidanea

Familia: Leporidae

Oryctolagus cuniculus algirus. Oryctolagus cuniculus oreas. Oryctolagus cuniculus habetensis. Lepus schlumbergeri schlumbergeri. Lepus schlumbergeri sherif. Lepus schlumbergeri pediaeus. Lepus schlumbergeri maroccanus. Lepus schlumbergeri sefranus. Lepus atlanticus

Orden: ARTIODACTYLA

Familia: Suidae

Sus scrofa algirus

Familia: Bovidae

Ammotragus lervia lervia. Alcelaphus buselaphus. Gazella dorcas dorcas. Gazella dorcas cabrerae. Gazella cuvieri. Gazella dama mhorr. Oryx tao.

En la actualidad, algunas especies reciben otros nombres científicos; ciertas familias u órdenes han desaparecido o han sido incorporados con posterioridad; algunas poblaciones consideradas subespecies son ahora nuevas especies o, al contrario, antiguas especies son hoy subespecies, etc. Así pues, no es posible establecer una comparación pormenorizada de la diversidad de mamíferos estudiadas por Ángel Cabrera con las conocidas en la actualidad. No obstante, sí podemos hacernos una idea bastante aproximada del valor de los trabajos que nuestro naturalista realizó en el norte de África. Si tenemos en cuenta los medios con los que contó, el grado de aproximación que alcanzó resulta verdaderamente sorprendente para una época en la que todavía eran escasos los datos sobre las especies, su distribución y abundancia en la propia península Ibérica.

Especies, sin incluir subespecies, que, en la actualidad, completan el catálogo de los mamíferos de Marruecos.

Ordre: INSECTIVORA

NOMBRES COMUNES

Famille: ERINACEIDAE

Atelerix algirus (= Erinaceus algirus). Erizo moruno. Hemiechinus aethiopicus (= Paraechinus aethiopicus). Erizo del desierto

Famille: SORICIDAE

Crocidura whitakeri. Musaraña magrebi. Crocidura tarfayaensis (*). Musaraña de tarfaya. Crocidura russula yebalensis. Musaraña gris de Cabrera. Crocidura lusitania. Musaraña mauritana. Crocidura viaria. Musaraña de sabana. Suncus etruscus. Musarañita

Ordre: CHIROPTERA

Famille: RHINOPOMATIDAE

Rhinopoma microphyllum. Rinopoma mayor. Rhinopoma hardwickii. Rinopoma de Hardwicke

Famille: EMBALLONURIDAE

Taphozous nudiventris. Tafozo de vientre desnudo

Famille: NYCTERIDAE

Nycteris thebaica. Dicterio de Tebas

Famille: RHINOLOPHIDAE

Rhinolophus ferrumequinum. Murciélago grande de herradura. Rhinolophus hipposideros. Murciélago pequeño de herradura. Rhinolophus euryale. Murciélago mediteráneo de heradura. Rhinolophus mehelyi. Murciélago mediano de herradura. Rhinolophus blasii. Murciélago de herradura de Blasius

Famille: HIPPOSIDERIDAE

Hipposideros caffer. Murciélago de Sundevall. Asellia tridens. Murciélago tridente

Famille: VESPERTILIONIDAE

Myotis mystacinus. Murciélago ratonero bigotudo. Myotis emarginatus. Murciélagoratonero pardo. Myotis nattereri. Murciélago ratonero gris. Myotis capaccinii. Murciélago ratonero patudo. Myotis punicus (= M. blythii). Murciélago ratonero del Magreb. Pipistrellus pipistrellus. Murciélago enano. Pipistrellus kuhlii. Murciélago de borde claro. Pipistrellus deserti (= P. kuhlii deserti). Murciélago del desierto. Hypsugo savii (= Pipistrellus savii). Murciélago montañero. Pipistrellus rueppellii. Murciélago enano de Rüppell. Nyctalus leisleri. Nóctulo pequeño. Nyctalus lasiopterus. Nóctulo grande. Eptesicus serotinus (= E. isabellinus). Murciélago hortelano. Otonycteris hemprichii. Murciélago orejudo del desierto. Barbastella barbastellus. Barbastela. Plecotus kolombatovici. Orejudo de los balcanes. Plecotus teneriffae (=  P. austriacus). Orejudo canario. Miniopterus schreibersii. Murciélago de cueva

Famille: MOLOSSIDAE

Tadarida teniotis. Murciélago rabudo. Tadarida aegyptiaca. Murciélago rabudo de Egipto

Ordre: PRIMATES

Famille: CERCOPITHECIDAE

Macaca sylvanus. Mona de Berbería

Ordre: CARNIVORA

Famille: CANIDAE

Canis anthus (= Canis lupus lupaster). Lobo. Canis aureus. Chacal dorado. Vulpes vulpes. Zorro rojo. Vulpes rueppellii. Zorro de Rüppel. Fennecus zerda Fennec. Fenec

Famille: MUSTELIDAE

Mustela nivalis. Comadreja. Poecilictis libyca. Zorrilla libica. Mellivora capensis. Ratel. Lutra lutra (VU). Nutria

Famille: VIVERRIDAE

Genetta genetta. Gineta

Famille: HERPESTIDAE

Herpestes ichneumon. Meloncillo

Famille: HYAENIDAE

Hyaena hyaena (EN). Hiena rayada

Famille: FELIDAE

Felis libyca. Gato montés africano- Felis margarita (VU). Gato del desierto. Caracal caracal (CR). Caracal. Leptailurus serval (EN). Serval. Panthera pardus (CR). Leopardo del Atlas. Acinonyx jubatus (CR). Guepardo

Famille: PHOCIDAE

Monachus monachus. Foca monje

Ordre: MACROSCELIDEA

Famille: MACROSCELIDIDAE

Elephantulus rozeti. Musaraña elefante

Ordre: ARTIODACTYLA

Famille: SUIDAE

Sus scrofa. Jabalí

Famille: CERVIDAE

Cervus elaphus (Intr.). Ciervo

Famille: BOVIDAE

Gazella dorcas (EN). Gacela dorca. Gazella cuvieri (EN). Gacela de Cuvier. Gazella dama (CR). Gacela dama o mhorr. Ammotragus lervia (EN). Arrui

Ordre: LAGOMORPHA

Famille: LEPORIDAE

Lepus capensis. Liebre. Oryctolagus cuniculus. Conejo

Ordre: RODENTIA

Famille: SCIURIDAE

Atlantoxerus getulus. Ardilla moruna. Xerus erythropus. Ardilla terrestre listada

Famille: DIPODIDAE

Jaculus jaculus. Jerbo de Egipto. Jaculus orientalis. Jerbo gigante de Egipto

Famille: GERBILLIDAE

Gerbillus campestris. Jerbo de campo. Gerbillus nanus. Jerbillo enano. Gerbillus henleyi. Jerbillo pigmeo. Gerbillus gerbillus. Rata del desierto. Gerbillus tarabuli. Jerbillo de Libia. Gerbillus hesperinus (*). Jerbillo esperino. Gerbillus hoogstraali (*). Jerbillo de Hoogstraal. Gerbillus occiduus (*). Jerbillo occidental. Gerbillus simoni. Jerbillo pequeño de cola corta. Gerbillus maghrebi (*). Jerbillo grande de cola corta. Pachyuromys duprasi. Rata del desierto de cola crasa. Meriones shawii. Rata de Shaw. Meriones grandis. Rata grande del desierto. Meriones libycus. Rata de cola roja. Meriones crassus. Rata de Sundevall. Psammomys obesus. Jird gordo

Famille: MURIDAE

Apodemus sylvaticus. Ratón de campo. Lemniscomys barbarus. Ratón cebra. Rattus rattus. Rata negra. Rattus norvegicus. Rata parda. Mus musculus. Ratón casero. Mus spretus. Ratón moruno. Mastomys erythroleucus. Ratón de múltiples mamas. Acomys cahirinus (= A. chudeaui). Ratón espinoso

Famille: CTENODACTYLIDAE

Ctenodactylus gundi. Gundi común. Ctenodactylus vali. Gundi del Sáhara

Famille: GLIRIDAE

Eliomys melanurus. Lirón de cola negra

Famille: HYSTRICIDAE

Hystrix cristata (EN). Puercoespin


Leyenda

(*) Especie endémica de Marruecos. (VU) Especie vulnerable. (EN) Especie en peligro. (CR) Especie al borde de la extinción. Intr. Especie introducida. PRESENCIA DUDOSA


De las 100 especies de mamíferos conocidas hoy en Marruecos, sin incluir subespecies o ecotipos, hemos obtenido datos preliminares de un total de 20. A continuación, aparece su listado incluyendo el tipo de muestreo con el que se localizó y algunos datos preliminares de sus hábitats y distribución. No se han incluido sus geolocalizaciones. Es importante, no obstante, tener en cuenta que algunas de las especies que aparecen en el listado, tienen una escasa probabilidad de encontrarse realmente en la zona; tal es el caso del Fenec, especie citada por el 30 % de pastores, pero de muy dudosa presencia en la zona de estudio.

23-Foto-23 Cabrera

Tabla de las especies de mamíferos identificados en nuestra primera expedición.

Por otra parte, también se han incluido los listados del resto de vertebrados: aves, reptiles y anfibios identificados en esta primera expedición.

24-Foto-24-1 Cabrera24-Foto-24-2 Cabrera

Tabla de las especies de aves identificadas en nuestra primera expedición.

Tabla de las especies de aves identificadas en nuestra primera expedición.

Tabla de las especies de reptiles identificados en nuestra primera expedición.

Tabla de las especies de reptiles identificados en nuestra primera expedición.

Tabla de las especies de anfibios identificados en nuestra primera expedición.

Tabla de las especies de anfibios identificados en nuestra primera expedición.

De izquierda a derecha Adrián, Rubén, Manolo, Trino y Félix. Foto: Los autores del reportaje.

De izquierda a derecha Adrián, Rubén, Manolo, Trino y Félix, autores del reportaje.


Referencias y documentos manejados.

Documentación divulgativa:

Magreb el-Aksa: recuerdo de cuatro viajes por Yebala y por el Rif. Libro de A. Cabrera dónde cuenta las rutas seguidas y sus vivencias en los cuatro viajes.

Yebala y el Bajo Lucus. Libro de varios autores sobre el primer viaje de 1913, algunos de los cuales participaron en la expedición. Contiene capítulos dedicados a la flora, fauna, etnografía, geología, etc.

Ángel Cabrera: Ciencia y proyecto colonial en Marruecos. Libro de varios autores donde se revisa la vida y la obra del personaje.

Naturalistas en una sociedad militar: el estudio de la Naturaleza en el Protectorado español en Marruecos (1908-1927).

Documentación científica:

Los Mamíferos de Marruecos. Libro escrito por A. Cabrera y publicado en 1932 con los resultados científicos de sus viajes por la Yebala y el Rif al que añadió la información de otros trabajos anteriores.

Dos nuevos mamíferos marroquíes. Artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural.

Sobre los leopardos africanos, con descripción de una forma nueva. Artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural.

Seis semanas de excursión zoológica en el Rif. Artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural.

Los Murinae de Marruecos. Tomo extraordinario publicado con motivo del 50 aniversario de la Real Sociedad de Historia Natural

Una excursión de dos meses por Yebala. Artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural.

Mamíferos africanos nuevos. Artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural.

Algunas novedades de zoología marroquí. Artículo aparecido en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural.

Cuestiones de zoología africana: los leones de Marruecos. Publicado en la revista Hispano africana.

Documentación cartográfica:

Cartografía Histórica. Índice de mapas y planos históricos de África.

El mapa topográfico del Protectorado de Marruecos en su contexto político e institucional (1923-1940).

Los mapas topográficos del Protectorado de Marruecos. Existentes en los fondos del Servicio Geográfico del Ejército (Madrid).


Para saber más sobre Ángel Cabrera:

http://www.biologia-en-internet.com/fteixido/s-xx/angel-cabrera-latorre-1879-1960/

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