El primer hecho en la Historia de la Humanidad del que conocemos fecha exacta -es decir: año, mes y día- fue un hecho mágico. Así al menos lo percibieron miles de hombres, en pleno día y en medio de una llanura.
En aquel tiempo, el imperio de los Medos se extendía por los actuales países de Irán y Afganistán, y estaba en guerra con sus vecinos los Lidios. Un día, ambos ejércitos se encontraban frente a frente en el campo de batalla, estudiándose mutuamente antes de lanzarse el uno sobre el otro, no teniendo ojos ya más que para el enemigo, y sin prestar atención a lo que ocurría por encima de sus cabezas.
En el momento en que sus respectivos jefes estaban a punto de dar la orden de cargar de frente sobre el contrario, se consumó un eclipse total de Sol. Miles de ojos fueron levantándose hacia aquel agujero negro ocupando el lugar del ojo del día; una racha de viento agitó el polvo de la llanura, las aves se lanzaron en todas direcciones llenando el aire de voces temerosas. Los contendientes interpretaron aquello como una señal de los dioses y, sin haber comenzado la batalla, firmaron la paz (Herodoto lo contó de otra manera, pero éso fue lo que ocurrió).
Una cosa que los astrónomos pueden hacer hoy es calcular retroactivamente el momento en que se produjo un eclipse total de Sol en el pasado. Éste, traducido a nuestro calendario actual, ocurrió el 28 de Mayo del 585 a.d.C. (DM)