Una startup mexicana fabrica dispositivos médicos a la medida
(Abril 2016)
El uso de yeso para la rehabilitación de huesos puede causar infecciones, úlceras e incluso amputaciones, debido a que su forma ergonómica evita la adecuada inspección médica, acumula el sudor y genera poca ventilación. A fin de evitar estos problemas, un grupo de jóvenes egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) creó Mediprint, una startup mexicana que fabrica dispositivos médicos a la medida con impresión 3D.
“El material con el que están hechas las férulas convencionales es de yeso que es altamente higroscópico, esto significa que absorbe el sudor y provoca que las bacterias proliferen porque no hay buena ventilación”, mencionó Zaid Musa Badwan Peralta, egresado de la carrera de ingeniería en mecatrónica de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y fundador de Mediprint.
El principal producto se llama NovaCast, un artefacto hecho con impresión 3D, que sustituye el yeso e inmoviliza la extremidad y que ya cuenta con patente. Tiene la ventaja de ser 10 veces más ligero, removible, estético y personalizado, incluso permite bañarse con él.
“El proyecto inició cuando mi mamá tuvo un accidente laboral y se fracturó la mano izquierda, le pusieron mal el yeso y la tuvieron que fracturar nuevamente de forma quirúrgica para que quedara bien, pero le volvieron a poner mal la férula, entonces la diagnosticaron con 50 por ciento de discapacidad en la mano”, explicó Zaid Badwan.
Detalló que existen casos de personas que terminan amputadas por el mal uso del yeso, debido a que se forman bacterias. Además, si se coloca mal, el hueso no suelda bien y afecta la inmovilidad permanentemente.
Además, el ingeniero de la UNAM diseña un software que permita definir las medidas precisas del dispositivo médico, sin la necesidad de hacer un escaneo 3D: “Tan sólo se requiere que el médico ingrese los datos y automáticamente se genera la geometría ideal para realizar la impresión”. De esta forma, el especialista puede atender a otros pacientes mientras se imprime el dispositivo.
En un promedio de tres horas y media, dependiendo del tamaño de la persona, se obtiene un NovaCast. “Estamos haciendo investigación y desarrollo con la cual esperamos reducir ese tiempo a una hora. El siguiente paso es llevar la tecnología a hospitales e incrementar el número de impresoras 3D para que los centros obtengan herramienta quirúrgica, platillas personalizadas o modelos anatómicos de enseñanza que pueden reemplazar el uso de cadáveres”.
En MediPrint también participa Andrés Souza, Carlos Hansen, Ulises Martínez y Nahme Pineda. La startup ha sido reconocida con el primer lugar en los concursos Emprendedores (SEFI-UNAM) y StartUP Expo EmprendeTown (GDF y Cámara Empresarial Mexicano Libanesa), ganador del Premio UNITEC y finalista en la categoría de Biotecnología y Salud de Premio Fundación Everis Madrid, concurso internacional de emprendedores. (Agencia ID/DICYT)