«El activismo de los hombres, a lo largo de los siglos, ha inundado el mundo de regueros de sangre, y por esas hazañas de horror y destrucción les han levantado monumentos y compuesto canciones y epopeyas. El activismo de las mujeres no ha dañado vida humana alguna, a excepción de las vidas de aquellas que lucharon en la batalla por la justicia. Sólo el tiempo revelará cuál será la recompensa que recibirán las mujeres».
Emmeline Pankhurst, fundadora del movimiento sufragista «Unión Social y Política de las Mujeres» (WSPU) en Gran Bretaña (Del libro «Mi vida», 1914)