Cómo hacerla, y tener el material para hacerla fueron dos problemas resueltos dentro del secreto de Estado
Franco apostó por el desarrollo científico de la energía nuclear, las centrales nucleares, como fuente de energía, y la fabricación de bombas atómicas; aunque el gobierno aseguraba que la finalidad era investigar sobre su funcionamiento, para poder detectar y conocer los avances sobre armamento nuclear en otros países.
El gobierno franquista, aislado políticamente por su apoyo a Hitler en la Segunda Guerra Mundial, entabló relaciones con EEUU interesados por la posición geoestratégica de España. Pero, al mismo tiempo, querían demostrar su poder al resto del mundo teniendo una bomba atómica como poder de disuasión; para ello tienen que resolver dos cuestiones de viabilidad: saber construirla y poder construirla.
Se comienza a trabajar en paralelo en esas dos cuestiones a espaldas de la comunidad internacional; de hecho España tarda (hasta 1981) en aceptar que el Organismo Internacional de la Energía Atómica, OIEA, controle la producción de la central nuclear Vandellós-1, y aún tardó muchos años más en firmar (1987) el tratado de No Proliferación de Armas Nucleares con fines bélicos.
Las bombas y su potencia
En agosto de 1945, el presidente de EEUU, Truman, ordenó el bombardeo nuclear sobre las ciudades japonesas de Hiroshima (Little Boy, 15 Kt.) y Nagasaki (Fat Man, 20 Kt.). Termina la Segunda Mundial y, hasta el momento, estas dos bombas atómicas han sido el único ataque nuclear de la Historia, aunque posteriormente surgió una carrera tecnológica en los países desarrollados por conseguir bombas nucleares cada vez más potentes. La mayor explosión controlada se produjo en 1961 con la bomba Tsar, conocida por “La bomba del Zar”, de la Unión Soviética, pesaba 27 toneladas y tenía una potencia de 57 Mt. (equivale a 57 millones de toneladas de TNT). Se lanzó en Nueva Zembla, un archipiélago ruso del océano Ártico.
Bombas sucias
En el siglo XXI parece que ningún Gobierno está dispuesto a utilizar las bombas termonucleares. Los cinco países del llamado “Club Nuclear”: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China, están reduciendo su arsenal nuclear; en cambio cuatro países han aumentando su armamento nuclear: Israel, India, Pakistán y Corea del Norte. (1)
La amenaza real está en las armas de destrucción masiva (nucleares, biológicas y químicas) capaces de eliminar a la población de manera indiscriminada en manos de grupos terroristas.
Las llamadas “bombas sucias” tienen explosivo convencional adherido a un recipiente con materiales radioactivos obtenidos de robos y deshechos de industrias, material médico, centrales nucleares, etc. Al estallar, los materiales radioactivos se dispersan en aerosol.
“Átomos para la paz”
El 8 de diciembre de 1953, el presidente de EEUU, Dwight David Eisenhower pronunció la conferencia “Átomos para la Paz” en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. El mundo estaba aterrado por el poder de destrucción de las bombas atómicas sobre Japón, ocho años atrás. Eisenhower propuso un pacto internacional (al que sabía de antemano que la URSS no se sumaría) para que todos los países utilizaran la energía nuclear con fines pacíficos. Las investigaciones científicas se desarrollaron rápidamente en el campo civil, pero también en el campo militar. Durante su mandato, las armas nucleares aumentaron de 1.000 a 20.000 en EE UU y otro tanto en la URSS, lo que ocasionó una guerra de poder de disuasión entre las dos grandes potencias: La Guerra Fría.
“Durante el mandato de Eisenhower, se construyó el primer reactor nuclear en España”
El programa “Átomos para la Paz” fomentó durante varios años la investigación nuclear y la fabricación de reactores nucleares en distintos países con fines pacíficos, pero al mismo tiempo servía para que los científicos y políticos americanos conocieran y controlaran la utilización de la energía nuclear en los distintos países como Argentina o Irán. En España, bajo la política de Eisenhower, se construyó el primer reactor nuclear: el JEN-1. Éste proporcionaría a los científicos españoles la posibilidad de experimentar de primera mano con la energía nuclear y un gran impulso de investigación de la que surgen brillantes científicos como Guillermo Velarde, Rafael Caro, etc.
Breve historia nuclear española
El gobierno del Generalísimo, consciente de que España era rica en mineral de uranio, declara los yacimientos de Interés Nacional. En 1948, crea la Junta de Investigaciones Atómicas, con carácter reservado, y pone en marcha programas de investigación secretos, como EPALE, Estudios y Patentes de Aleaciones Especiales, pero diciendo que simplemente se trataba de fabricación de tuberías. El 22 de octubre de 1951, se crea JEN, Junta de Energía Nuclear.
El 26 de septiembre de 1953, el Jefe de Estado Mayor, Agustín Muñoz Grandes, condecorado por Hitler por haber luchado junto al ejército nazi contra Rusia con la “División Azul”, negoció con los americanos la soberanía de las bases aéreas de Morón de la Frontera (Sevilla), Torrejón de Ardoz (Madrid), la de Zaragoza y la naval de Rota (Cadiz), en el llamado “Pacto de Madrid”, a cambio de 226 millones de dólares, adiestramiento militar y tecnología nuclear. Este mismo año (2015), los gobiernos español y americano se comprometen a firmar que el convenio anual pase a ser de acuerdo renovable a acuerdo permanente sobre la utilización de la Base Aérea de Morón (Sevilla) para la lucha contra el terrorismo en el Magreb y el Sahel.
“En 1964, se producen en España los primeros gramos de plutonio sin control internacional”
El 27 de noviembre de 1958, Franco y Carrero Blanco inauguran el Centro de Energía Nuclear “Juan Vigón” con un reactor nuclear JEN-1 comprado a EEUU. en la zona de Moncloa, Madrid, siendo la sede central de la Junta de Energía Nuclear, cuyo director fue José María Otero de Navascués, prestigioso científico en óptica y física nuclear. Se crearon más de 100 instalaciones de estudio de Ciencia de los materiales, Física, Química, Medicina. Se explotan varios yacimientos de uranio, obteniendo uranio metálico, exafluoruro y pastillas de óxido de uranio. En 1964, se aprueba la ley de Energía Nuclear. El proyecto DON culmina con la fabricación de un reactor español fuera del control del programa “Átomos para la Paz” y se producen los primeros gramos de plutonio sin control internacional.
El sábado 17 de noviembre de 1970, en el Centro de Energía Nuclear situado en pleno centro de Madrid (Ciudad Universitaria en el distrito de Moncloa) se produce una fuga de material radioactivo. Unos 300 litros de agua con residuos de estroncio 90, cesio 137 y plutonio se vertieron por el alcantarillado al río Manzanares y al Jarama, que riega la huerta de Madrid. Se produjo una contaminación que sobrepasaba en millones de veces a la permitida. Según reflejan los documentos actuales, además de ocultarlo a la población no se tomó ninguna medida pos contaminación.
“La central Vandellós-1 proporcionaba plutonio de uso militar a los gobiernos de Franco y De Gaulle”
El Presidente de la República Francesa, Charles de Gaulle, ayudó a Franco en su proyecto nuclear y proporcionó la tecnología francesa para construir la Central Nuclear de Vandellós-1, utilizando el principio del grafito-uranio, usando uranio natural y convirtiéndolo en plutonio 239, altamente fisionable y útil para la fabricación de una bomba. La central comenzó a funcionar a principios del año 72 proporcionando electricidad en la red eléctrica, y plutonio militar para el gobierno español y francés (la primera bomba atómica francesa se llamó “Ratoncito azul”) Esta misma central sufrió un incendio en una turbina el 19 de octubre de 1989, que de haber alcanzado dos grados más de temperatura habría provocado una fuga radioactiva. Se desmanteló y en la actualidad funciona Vandellós-2.
El gobierno franquista, que insistía en crear bombas atómicas, creó el Centro de Desarrollo Atómico en Lubia (Soria), el cual produciría plutonio suficiente para fabricar siete bombas al año. El proyecto se valoró en 8.700 millones de pesetas, la prueba de explosión nuclear se realizaría en el desierto del Sáhara español como estrategia política frente a Marruecos y el reconocimiento internacional del poder franquista.
“La primera prueba de explosión nuclear española se realizaría en el Sáhara Español”
Todos los gobiernos de EEUU (Henry Kissinger fue Consejero de Seguridad Nacional y Secretario de Estado con Nixon y Ford) poseían informes secretos sobre la gran cantidad de uranio y la producción de plutonio, también conocían el interés del gobierno franquista por fabricar bombas atómicas sin el control americano.
El Secretario de Estado, Henry Kissinger, se reunió con Carrero Blanco el 19 de diciembre de 1973. La reunión duró seis horas (el documento que incorpora el historiador Charles Powell en su libro “El amigo americano” sólo refleja una reunión desde las 10:30 h. hasta las 11:15 h.) y, entre los numerosos temas tratados, se habló de la renovación o no del acuerdo de las bases americanas, ya que Carrero Blanco sabía del gran interés geoestratégico de España para EEUU y no quería que España perteneciera a la OTAN (EE UU tampoco quería que un país con régimen de dictadura perteneciera a la OTAN; quería implantar cuanto antes la democracia con el Rey Juan Carlos).
“Varias fuentes señalan al Servicio Secreto americano como cerebro y encubridor de la operación que mató a Carrero Blanco”
Carrero Blanco, como muestra de poder, le mostró a Kissinger un informe elaborado por el profesor Velarde sobre la viabilidad inminente de fabricar bombas atómicas. Kissinger sabía que no era un farol, porque sus servicios secretos le habían informado que el gobierno franquista ya tenía 2 kg. de plutonio producidos en Vandellós-1, fuera del control internacional. Al día siguiente, el 20 de diciembre, Carrero Blanco moría en un atentado realizado por ETA, pero varias fuentes señalan al Servicio Secreto Americano como cerebro y encubridor de la operación, que incluso cambió la fecha de la reunión y la del atentado: la periodista Pilar Urbano ofrece los datos en “El precio del trono”, el periodista Manuel Cerdán en “Matar a Carrero: La conspiración”. El General Manuel Fernández-Monzón (Capitán en el SECED ABIERTO en esa fecha) autor del libro “El sueño de la transición” dice: “Los propios etarras dicen que estuvieron seis meses vigilando la puerta principal de la iglesia de San Francisco de Borja, en la Calle Serrano, desde la parada de autobús de la acera de enfrente, que está prácticamente en la puerta de la embajada americana; eso, con la vigilancia enorme que hay allí, resulta pintoresco; tanto como que los norteamericanos no se enteraran, con detectores de todas clases, de que se estaba perforando un túnel a 80 metros de allí , es llamativo que el día de la llegada de Kissinger a Madrid y a menos de 100 metros de la puerta de la embajada norteamericana, dos etarras colocaron descaradamente 50 metros de cable en una fachada y nadie sospechara. Nadie se cree que pudiera excavarse un túnel a 80 metros de la Embajada de Estados Unidos. Pero más intriga produce saber que la víspera del atentado, Carrero mantuvo una entrevista de seis horas con Henry Kissinger. O que al día siguiente el embajador en París declarase que España había declinado la entrega de los autores del atentado”.
¿Cómo surgió el Proyecto Islero?
“Islero” era el nombre del toro que mató a Manolete. Nombre del modelo de un coche Lamborghini. Nombre de un programa de cálculo informático del matemático Florentino Briones. También es el nombre secreto le la bomba atómica española.
Florentino Briones es matemático y trabajó para la Junta de Energía Nuclear. En 1964, creó un complejo programa de ordenador al que llamó “Islero”. Briones escribe: “El proyecto de bomba atómica española, aunque siempre posible contando con tiempo suficiente (años), fue un “farol” que se tiró Carrero Blanco con la colaboración de mis compañeros de la JEN, Rafael Caro y Guillermo Velarde, utilizándose el nombre de un programa existente para darle mayores visos de realidad”. (2)
Se trabajaba realmente en la investigación para poder construir una bomba lo más potente posible; en enero de 1966, los científicos españoles de JEN acudieron a Palomares tras el accidente aéreo (ver reportaje en ADELANTOS Nº 1) para conocer cómo los americanos habían construido las bombas termonucleares. Uno de los científicos militares que se desplazó de Madrid a Palomares fue el profesor Guillermo Velarde, que, desde 1956, había estudiado los reactores y los explosivos nucleares en EE.UU. Es muy esclarecedor el testimonio del profesor Velarde: “En el 66, yo era comandante de aviación, jefe del grupo de teoría y cálculo de la Junta de Energía Nuclear… Me llamó el jefe de JEN que era el profesor Otero, que había hablado con el Capitán General Muñoz Grandes, vicepresidente del gobierno y jefe del Alto Estado Mayor, diciéndome que fuese a Palomares para que trajera trozos de la bomba para analizarlos aquí, en JEN, para saber qué era aquello, si de uranio o de plutonio, para saber qué contaminación producía. Analicé las bombas (no sé si explosionó o deflagró el explosivo químico) y fui cogiendo trozos que creí que eran importantes, como detonadores y poliestireno impregnado en plutonio, etc… Me di cuenta entonces que si una bomba funcionaba con hidrógeno, también podía hacerse la fusión producida por láser. Si en una bomba de hidrógeno se quitaba el cebo, la parte inicial que era la bomba atómica, y coloco el haz de un láser, se produce entonces la fusión de neutrito y produce energía. Lo que ocurre es que esa información estaba clasificada secreta en EEUU hasta el año 1992… Descubrí el famoso “efecto Ulam-Teller” (secreto americano; también lo conocían URSS y Francia). Con la inestimable ayuda de Tomás Iglesias, Jefe de la Sección de cálculo numérico de JEN, tardamos cuatro años (1970) en desarrollar un código de transporte de fotones que simulaba el “efecto Ulam-Teller”
“Me encargaron la dirección del proyecto del empleo de potentes láseres para producir la fusión nuclear”
En 1977, Guillermo Velarde recibe el premio que lleva el nombre del prestigioso científico Edward Teller por su investigación sobre fusión por Confinamiento Inercial.
“Había que desarrollar -sigue diciendo el profesor Velarde- el proyecto de una bomba atómica, tanto en la optimación de los sistemas como de sus componentes, aunque sin llegar nunca a su fabricación. Me encargaron la dirección del proyecto del empleo de potentes láseres para producir la fusión nuclear… En una conferencia en Austria, presentamos nuestros avanzados trabajos sobre la reacción nuclear con haces de rayos láser, casi a la altura de lo que los científicos americanos guardaban como alto secreto, lo que nos situó en la primera fila sobre la investigación en el campo nuclear internacional”
Madrid Manifesto
En 1988, se celebra en Madrid el congreso internacional sobre energía nuclear “Madrid Manifesto”. Reunió a 200 científicos de los países más desarrollados en la fusión inercial, que pidieron a los gobiernos que se desclasificaran los trabajos de fusión y un proyecto común de cooperación internacional en el campo de la fusión magnética. En 1992, el Gobierno de Estados Unidos desclasificó el 90% de sus investigaciones.
Defunción del Proyecto «Islero»
Se estima que el “Proyecto Islero” comenzó el 22 de octubre de 1951 con la creación, mediante Decreto-Ley, de la Junta de Energía Nuclear. Se entierra definitivamente el 11 de mayo de 1987, cuando el Gobierno de Felipe González firma el acuerdo de No Proliferación de Armas Nucleares. Durante todo ese tiempo, ha sufrido avances y parones. Si realmente se llegó a fabricar y posteriormente se desmanteló, aún hoy en día, es secreto de Estado.