Según datos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), en el 2014 el país importó 19.574.156 barriles de hidrocarburo (Bbl) de diferentes tipos. De ellos 7.242.379 Bbl eran de diesel; 3.962.423 Bbl de gasolina regular; 3.107.289 Bbl de gasolina superior y 1.411.136 Bbl de combustible de avión (Jet Fuel).
En el año 2006, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) firmó un convenio con la Universidad de Costa Rica y la Fundación de la Universidad de Costa Rica para la Investigación (Fundevi), para que el CELEQ (Centro de Investigación en Electroquímica y Energía Química) se encargara de la evaluación de la calidad y volumen de los combustibles a nivel nacional.
Según Jairol Bustos Carmona, gerente de vinculación y encargado del Laboratorio de Hidrocarburos del CELEQ, el objetivo del programa es darle garantía a los consumidores de que pueden adquirir el combustible que necesita su vehículo en cualquier estación de servicio del país al mismo precio y en la cantidad que marca el expendedor.
“Si no existiera el programa de monitoreo las estaciones no se sentirían obligadas a cumplir con las regulaciones establecidas”. De hecho, según Bustos, a pesar de los controles, hay estaciones que muestran incumplimientos.
El CELEQ supervisa las 350 estaciones de servicio que funcionan en Costa Rica los 365 días del año; y dos veces al mes la calidad de los hidrocarburos de los cuatro planteles de Recope: La Garita, Moín, Alto de Ochomogo y Barranca. Además supervisa la calidad de los combustibles de los tres aeropuertos más importantes del país: Juan Santamaría, Daniel Oduber Quirós y Tobías Bolaños.
“Nuestro trabajo asegura que las emisiones de gases contaminantes sean las adecuadas de acuerdo con las regulaciones vigentes. Si no se evaluara el combustible, este podría contener plomo, azufre (en alta concentración) y otros contaminantes dañinos para la salud humana”, agregó Bustos”. (UCR/DICYT)