Un equipo de físicos y lingüistas argentinos identificó patrones de cambio de tamaño en las pupilas cuyas variaciones dependían del “costo cognitivo” causado por la dificultad de construir distintos tipos de oraciones. El avance sienta las bases para el desarrollo de técnicas orientadas a mejorar el diagnóstico de la declinación de ciertas funciones mentales, aunque todavía falta mucho tiempo para su aplicación clínica. En el estudio, los científicos emplearon una cámara infrarroja ubicada delante de la pantalla de una computadora que registraba tanto los movimientos oculares de 20 participantes como la evolución del tamaño de sus pupilas. E invitaron a los voluntarios a describir oralmente ciertas imágenes, un proceso que, aunque no se sea consciente de ello, implica diferentes operaciones cognitivas en el cerebro. “Las imágenes eran dibujos de dos animales realizando alguna acción. Por ejemplo, un perro mordiendo a un gato”, explicó la autora principal del trabajo, Yamila Sevilla, doctora en lingüística, investigadora de Conicet y docente del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Los resultados, publicados en la revista de la Asociación de Psicología Experimental del Reino Unido, fueron sugestivos: la pupila tendía a aumentar una vez que los hablantes tenían la pista para comenzar la tarea, de modo que, en todos los casos, producir una oración para describir una imagen implicaba algún tipo de esfuerzo cognitivo, indicó Sevilla. “Por otra parte, ese aumento en el tamaño de la pupila era mayor cuando debían producir las oraciones que consideramos sintácticamente más complejas, aun si todavía no sabían qué iban a decir”, añadió. Para los investigadores, el trabajo confirma que el tamaño de la pupila es un indicador fiable de esfuerzo cognitivo en la producción de habla y eso abre una puerta metodológica muy importante para investigar aquellos procesos del conocimiento a los que resulta difícil acceder. Además, podría usarse para estudiar la llamada “flexibilidad cognitiva”, “aunque todavía estamos lejos de pasar a su aplicación”, admitió Sevilla. (AGENCIA CYTA-INSTITUTO LELOIR/DICYT)