Hay un amplio consenso en la comunidad científica de que la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera a niveles que la Tierra no ha visto desde hace 650.000 años está llegando a un punto en el que no podemos predecir con confianza el resultado. La presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera se correlaciona con el aumento de temperatura. El 2014 fue oficialmente el año más cálido registrado.
Los efectos previstos del cambio climático en América Latina no sólo incluyen el aumento en las temperaturas, pero también la disminución la humedad del suelo, la escasez de agua potable y las sequías más severas que conducen a la desertización de las tierras agrícolas. Tormentas impredecibles que producen fuertes lluvias en algunas áreas también pueden estar provocando inundaciones.
Los científicos del Smithsonian en Panamá están particularmente interesados en cómo el cambio climático puede afectar a los bosques tropicales y los arrecifes. Ambos ecosistemas soportan un gran número de especies y formas de vida vitales para el resto de la vida de maneras que todavía nos falta por comprender.
Uno de nuestros científicos ha construido unas grandes geodésicas cúpulas de cristal en la que experimentalmente se puede aumentar o disminuir la temperatura y la cantidad de dióxido de carbono que los árboles reciben a medida que crecen. Los árboles absorben el dióxido de carbono y lo convierten en hidratos de carbono. Cuando se cultiva en aire de alta densidad en dióxido de carbono, éstos reducen la apertura de los poros en las hojas a través del cual obtienen el dióxido de carbono. Como resultado, pierden menos agua. Esto tiene importantes implicaciones en la manera que el agua se mueve a través de los ecosistemas.
El Smithsonian coordina una red mundial de monitoreo de árboles que inició en Panamá hace 35 años y ahora incluye 60 sitios en 22 países. Esta red ofrece el tipo de información que las compañías de seguros utilizan para averiguar lo que está pasando con la salud de las poblaciones humanas. Con base en estudios en seis sitios diferentes, los árboles tropicales están creciendo más lentamente. Los investigadores no están de acuerdo sobre si la desaceleración del crecimiento es una respuesta a temperaturas más altas o simplemente una señal de que los bosques en las reservas están envejeciendo. Los investigadores también han observado un aumento de enredaderas leñosas en los bosques desde el sur de Estados Unidos hasta Brasil, pero todavía no están seguros de si esto está relacionado con las condiciones ambientales cambiantes
En las estaciones marinas en la costa del Caribe se han visto los grandes eventos de blanqueamiento de corales en los últimos años. Los corales están hechos de un esqueleto duro habitado por un animal vivo llamado pólipo y una planta, en realidad un alga, que captura nutrientes para el coral. Cuando el agua de mar se calienta demasiado, las algas son expulsadas y los corales se vuelven blancos. A veces, los corales se recuperan después del blanqueo. Pero a menudo, colonias enteras de corales mueren. Los científicos del Smithsonian quieren saber cuál es la resistencia de los corales, la rapidez con que se adaptan a los cambios de temperatura y si hay algunas combinaciones de pólipos y algas que soportan temperaturas más cálidas que otras. (STRI/DICYT)