Título: ALMENARA
Autor: MIGUEL ÁNGEL RUIZ
Edición: XORDICA EDITORIAL, 2024.
Excelente periodista, observador y testigo de lo que el género humano está haciendo a cada paso con la Naturaleza como si no formara parte de ella, Miguel Ángel Ruiz —largamente empeñado en que esa pertenencia hay ya que merecerla— ha dado forma con materiales a la vista de todos a una novela, un relato sorprendente protagonizado por su propia alma diseminada y repartida por los parajes de los que el niño que una vez fuimos en ellos nunca se irá. «Ese» paraje, con nombre propio en los mapas, es la sierra de Almenara, el macizo montañoso que traza una diadema de secano en torno a Águilas empujándola hacia el mar.
Territorio “protegido”, lo que en este país demasiadas veces equivale a “en peligro”, nada menoscaba en lo narrado el valor documental de cada página, el testimonio de pervivencias humanas y no humanas en un paisaje esculpido por el Sol donde laten retazos de Historia todavía palpables, escenario sincronizado con una vivencia tan personal que ni siquiera teniéndola cerca resulta obvia la linde entre el autor y el narrador, personados ambos en el ánimo denunciante de tropelías cuyo conocimiento público rara vez cambia las cosas, haciendo suya la inocencia de la Naturaleza enfrentada a la estúpida codicia del merodeador “sapiens”, acechante del beneficio egoísta de corto recorrido —cuyas consecuencias, más tarde, pagarán otros— bajo el manto protector de una Administración descuidada o corrupta, cuando no las dos cosas.
Con su propia carga oprimiéndole el pecho, errante por picos, trochas y hondonadas, el protagonista de la novela, delineado en una escritura impecable, parece llevar con él el designio de una búsqueda cercana y lejana a un tiempo y tan universal que no podría cristalizar más oportunamente en otra palabra que en la del título, cuya etimología árabe —citada en sus páginas— significa “lugar de luz”. (DM)
