El 25 de Julio de 1984, Svetlana Savitskaya se convirtió en la primera mujer cosmonauta que flotó libremente en el espacio; un paseo espacial, ya saben. Pero lo suyo fue bastante más que un paseo: durante casi cuatro horas, trabajó en el exterior de la plataforma orbital “Salyut 7” (la última estación espacial soviética del programa Salyut) soldando placas de metal y fundiendo plata y aluminio para un sistema de acumulación de energía.
La brecha de género en la carrera espacial ha sido siempre estratosférica, y no era -ni es- privativa de ningún país: en el suyo, al regreso de su misión en la «Salyut 7», Savitskaya tuvo que oír de labios de sus compañeros una frase como esta: «Tenemos un delantal preparado para ti, Sveta. Como si estuvieras en casa. Por supuesto, tenemos una cocina para ti; allí es donde trabajarás«
Apasionada del paracaidismo y la caída libre, Savitskaya estableció varios récords en ambos campos y se calificó como piloto en 20 tipos de avión.
Desde el inicio de la carrera espacial, en 1962, más de cincuenta mujeres han salido al espacio. Sólo tres de ellas son rusas, pero cada una de ellas ha marcado un hito, empezando por Valentina Terechkova, que fue la primera mujer que pilotó una nave espacial, en 1963.
El tercer gran nombre es el de Yelena Kondakova, que batió el récord de permanencia en el espacio y fue la primera mujer que realizó un vuelo espacial de larga duración, en 1994: un vuelo de más de 169 días hacia la estación orbital MIR. (DM)
