Aún no es posible predecir un terremoto, pero sí prevenirlo

por | Feb 22, 2023 | Tierra, mar y aire, GEOLOGÍA

Los recientes terremotos de Turquía y Siria han causado una gran catástrofe humanitaria, con más de 45.000 víctimas mortales contabilizadas dos semanas después de la tragedia y con estimaciones que elevan la cifra hasta casi 90.000. ¿Ha sido esta tragedia un fracaso de la comunidad científica que no fue capaz de predecir estos grandes terremotos? A continuación, exponemos cómo el conocimiento científico puede salvar muchas vidas.

Por: PEDRO ALFARO GARCÍA,
IVÁN MARTÍN ROJAS
e IVÁN MEDINA CASCALES, del
Grupo de investigación
“Geología de Terremotos”
de la Universidad de Alicante

 
Comencemos por hacernos una pregunta crucial:

¿Por qué todavía no se pueden predecir los terremotos?
En la actualidad, se están desarrollando varias líneas de investigación que tratan de encontrar indicios sobre el comportamiento de las grandes fallas inmediatamente antes de que se produzcan los grandes terremotos. Se está trabajando en el análisis de: la deformación anómala del terreno, la emisión de gases, las anomalías electromagnéticas, el comportamiento animal, la triboluminiscencia, etc. Desafortunadamente, ninguna de estas líneas de trabajo ha dado todavía sus frutos, aunque alguna de ellas ya muestra algunos indicios prometedores.

Terremotos en el mundo
Tabla I. Algunos de los terremotos con más víctimas mortales producidos en el siglo XXI

Para que se comprenda la dificultad de este reto, hay que tener en cuenta que las fallas producen grandes terremotos con periodos de repetición de centenares o miles de años. Eso significa que, hoy en día, la comunidad científica sólo ha podido registrar con instrumentos un gran terremoto en una misma falla. Incluso conocemos muchas fallas activas que todavía no han producido un gran sismo desde que se dispone de instrumental científico. En definitiva, es como si quisiéramos predecir la lluvia en una región habiendo visto llover una sola vez o ninguna. Aun así, como describiremos a continuación, los avances científicos en la geología de terremotos y en la sismología están siendo realmente espectaculares.

¿Qué conocía la comunidad científica antes de los terremotos de Turquía?
Turquía presenta una elevada sismicidad, ya que se encuentra en el límite entre varias placas tectónicas (Figura 1). Por este motivo, es una región en la que se han desarrollado cientos de estudios científicos destinados a caracterizar las fallas activas responsables de esta sismicidad. Gracias a este conocimiento científico, sabíamos que la zona en la que ocurrieron los terremotos de febrero de 2023 es una de las de mayor peligrosidad sísmica del Mediterráneo. Pero veamos un ejemplo significativo de hasta dónde ha llegado este conocimiento científico: en el año 2016, varios científicos turcos habían calculado utilizando GPS de alta precisión que el sistema de fallas del Este de Anatolia se desplazaba a una velocidad de 10 mm/año.  

…pudieron calcular ¡hace siete años! que la falla
tenía energía acumulada para producir
un sismo de magnitud entre 7,4 y 7,7.

      También conocían que, en las últimas décadas, esta región no había sufrido grandes terremotos, y lograron calcular que esta falla tenía un déficit de desplazamiento que variaba entre 1.5 y 5.2 metros. A partir de estos datos, pudieron calcular ¡hace siete años! que la falla tenía energía acumulada para producir un sismo de magnitud entre 7,4 y 7,7. Los dos terremotos principales producidos en Turquía han tenido magnitudes de 7,7 y 7,5. 

Mapa de peligrosidad sísmica de Europa
Figura 1. Mapa de peligrosidad sísmica de Europa (modelo EMSH20) en el que se observa cómo la falla del Este de Anatolia está considerada como una de las de mayor peligrosidad sísmica.

En definitiva, la comunidad científica conoce cuáles son las principales fallas activas del planeta y, en muchas de ellas, es capaz de calcular la energía que tienen acumulada, es decir, su potencial sísmico. Por ejemplo, un estudio similar se publicó en el año 2008 sobre la falla de Enriquillo (Haití). Estos investigadores calcularon que esta falla tenía una energía acumulada para producir un terremoto de magnitud 7.2. Dos años más tarde, en 2010 un terremoto de magnitud 7 se produjo en esta falla con consecuencias devastadoras, con casi 200.000 víctimas mortales.

Figura 2. Primera página del artículo publicado por investigadores turcos en la revista Journal of Geodynamics en el año 2016, en el que calcularon el potencial sísmico de la Falla del Este de Anatolia.
Figura 2. Primera página del artículo publicado por investigadores turcos en la revista «Journal of Geodynamics» en el año 2016, en el que calcularon el potencial sísmico de la Falla del Este de Anatolia.

La prevención como estrategia para salvar vidas
El riesgo sísmico se calcula a partir de la siguiente expresión en la que se multiplican tres factores: Riesgo = Peligrosidad x Exposición x Vulnerabilidad
     El primer factor, la Peligrosidad, hace referencia a la probabilidad de que se produzca el fenómeno natural, que depende exclusivamente de cómo funciona el planeta en el que vivimos. En nuestro planeta, las placas tectónicas se mueven continuamente y deforman la corteza, rompiéndola en grandes fracturas o fallas que producen terremotos (y tsunamis si están bajo el mar). Así ha sido durante miles de millones de años y así continuará en el futuro. Por tanto, los seres humanos no podemos modificar este factor.
     El segundo factor es el de la Exposición, es decir, el que depende del número de personas que están expuestas al peligro. La población mundial ha experimentado un crecimiento espectacular en las últimas décadas, y también lo ha hecho en zonas con fallas activas. El ejemplo de la zona afectada por los terremotos de Turquía es muy elocuente. En el siglo XIX, las ciudades situadas a lo largo de la falla del Este de Anatolia tenían un número de habitantes de varios órdenes de magnitud inferior al actual. En las últimas décadas, estas ciudades experimentaron un fuerte crecimiento demográfico.

…hoy disponemos del conocimiento científico
suficiente para conocer la mayoría de las trazas de falla
y de las zonas en las que el suelo va a sufrir
un mayor movimiento durante un terremoto.

Parece poco realista impedir o detener la expansión demográfica de algunas zonas del planeta. A priori, podría parecer que este factor tampoco puede ser reducido por el ser humano. Sin embargo, hoy en día disponemos del conocimiento científico suficiente para conocer la mayoría de las trazas de falla en superficie, y de las zonas en las que el suelo, por sus características; va a sufrir un mayor movimiento durante un terremoto. Un ejemplo reciente ha sido la ciudad de Erzin en Turquía, que apenas ha sufrido daños por el terremoto debido a la naturaleza favorable del suelo donde está edificada y a la aplicación de buenas prácticas constructivas. Por tanto, un buen ordenamiento del territorio puede evitar la construcción de edificios en zonas más sensibles o débiles, donde alternativamente se pueden ubicar zonas verdes o infraestructuras deportivas (no nos referimos a estadios), salvando la vida a muchísimas personas. Una buena planificación territorial reduciría, por tanto, la exposición de la población en las zonas de mayor peligrosidad.
     El tercer factor es el de la Vulnerabilidad, que ha sido el factor clave que explica cada uno de los grandes desastres que han ocurrido en el siglo XXI (Tabla I). Este factor cuantifica nuestra preparación ante un fenómeno natural. Desde hace décadas, los avances en el diseño sismorresistente de las edificaciones han sido enormes. Por supuesto, todavía hay muchas preguntas que resolver, pero existe un conocimiento científico suficiente y se dispone de la tecnología necesaria para construir edificios que resistan el movimiento del suelo que se ha producido, por ejemplo, en los dos terremotos recientes de Turquía. Se trata de un factor clave en la reducción del riesgo sísmico, ya que es aquél en el que el ser humano puedo actuar de forma más sencilla e inmediata.

Hay países que, como estrategia frente a terremotos,
volcanes, inundaciones, movimientos de ladera, tsunamis…,
deciden “no alarmar” a la población (o a los turistas)…

En resumen, si queremos reducir el riesgo sísmico, si queremos lograr que estos terremotos no se conviertan en catástrofes humanitarias, si queremos salvar la vida a centenares de miles de personas, debemos trabajar reduciendo los factores Exposición y Vulnerabilidad. Debemos trabajar en la prevención, desarrollando buenas prácticas constructivas, ubicando a la población en los lugares más apropiados y apostando por la educación y la investigación.

Reflexión final
Hay países que, como estrategia frente a los fenómenos geológicos (terremotos, volcanes, inundaciones, movimientos de ladera, tsunamis, …) ocultan el problema a la ciudadanía. Deciden “no alarmar” a la población (o a los turistas), escondiendo la realidad y no informándoles de los peligros naturales que hay en su región. Si no se habla del problema, parece que éste no existe.
     Hay otro tipo de países como Estados Unidos, Japón, Chile o Nueva Zelanda, entre otros, que a pesar de los errores que han podido cometer, siguen avanzando en las medidas de prevención, con estrictas normas de construcción sismorresistente, con campañas informativas continuadas tanto en los centros educativos como en los medios de comunicación, con simulacros anuales y, sobre todo, apostando por la investigación en diferentes líneas de trabajo: estudio de fallas activas, análisis del movimiento del suelo, investigación en las edificaciones, entre otras muchas.
     Es obvio que la segunda opción tiene un coste económico, ya que invertir en educación y en investigación no es gratuito y tampoco lo son las buenas prácticas constructivas. Como sociedad, debemos decidir si estamos dispuestos a asumir este sobrecoste económico o si preferimos lamentarnos cuando ocurran estas grandes catástrofes humanitarias. Podemos mejorar nuestro conocimiento sobre el planeta en el que vivimos y convivir con él de la forma más inteligente, o intentar luchar contra la Naturaleza en una batalla perdida.
     Esta decisión es responsabilidad de la Administración, pero también de toda la ciudadanía. Desde un punto de vista científico, la devastación producida por los terremotos de Haití en 2010 o de Turquía en 2023 es inexplicable e intolerable. También lo fue el que un terremoto de magnitud 5,2 provocase 9 víctimas mortales y tantos daños en Lorca (Murcia).

Figura 3. Mapa con las zonas de mayor peligrosidad sísmica del planeta. Fuente: Global Earthquake Model (GEM) versión 2018, Pagani et al. (2018).
Figura 3. Mapa con las zonas de mayor peligrosidad sísmica del planeta. Fuente: Global Earthquake Model (GEM) versión 2018, Pagani et al. (2018).

 …la devastación producida por los terremotos de Haití en 2010 o de Turquía en 2023 es inexplicable e intolerable. También, que un terremoto de magnitud 5,2 provocase 9 víctimas mortales y tantos daños en Lorca (Murcia).

Las placas tectónicas continúan su lento pero incesante movimiento. Seguirán produciéndose terremotos en California, Japón, China, Indonesia, Nueva Zelanda, India, en los países mediterráneos, entre otros muchos lugares del planeta. Desafortunadamente, también se producirán terremotos en algunos lugares de la península Ibérica, y especialmente en la Cordillera Bética (en Andalucía, Murcia y Alicante), sin olvidarnos de los grandes terremotos en el Atlántico frente a las costas de Huelva y Cádiz, con su capacidad para producir tsunamis. En nuestras manos está, como sociedad, apostar por la ciencia, la tecnología y la educación, o mirar hacia otro lado. Todas ellas son herramientas muy poderosas que pueden evitar que estos fenómenos naturales se conviertan en catástrofes humanitarias.

Aún no es posible predecir un terremoto, pero sí prevenirlo 1
Imagen carátula: Búsqueda de víctimas del terremoto de Febrero 2023 en Samara, Siria. (Foto UNOCHA/Ali Haj Sulelman)

Introduzca aquí su correo

para recibir notificaciones de nuevas entradas.

Ciencia-Ficción

A.d. en el tiempo

More from ADELANTOS DIGITAL

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies

Pin It on Pinterest

Share This