Grunenthal sabía lo que hacía en España; estos son los documentos que lo prueban
Por: Rafael Basterrechea, Vicepresidente de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE)
Es importante explicar los documentos probatorios que están en poder de AVITE, y que demuestran más que fehacientemente la mala praxis del laboratorio alemán Grunenthal (con doble rasero de medir entre el trato a los alemanes y a los españoles) y la ineficacia, dejadez y desidia más vergonzante de las instituciones nacionales, que fueron flagrantemente desobedecidas por el laboratorio, sin que pasara absolutamente nada.
“En 1962, la Dirección General de Sanidad ignoraba cuántos medicamentos con Talidomida había en España”
Para empezar a caminar entre los entresijos de la Talidomida, es necesario conocer cuánto y con qué nombres comerciales fue vendida la droga en España. En este cuadro del Ministerio de Sanidad, vienen referenciados con Nombre, Fabricante, Fecha (oficial, no oficiosa) de inicio de venta, Fecha de retirada (supuesta) y Composición del Medicamento. Guarden en su memoria los nombres y datos enmarcados para seguir la trama.
Como primera prueba, y en exclusiva para «Adelantos», vaya por delante cómo se actuó en Alemania. ESTE DOCUMENTO FUE DISTRIBUIDO POR TODOS LOS CENTROS SANITARIOS DE TODO EL PAÍS. Contergan es el nombre comercial en que se vendió Talidomida en Alemania. Pongan especial atención a la fecha del documento.
Ahora llegan los homólogos españoles, que en lugar de llegar a médicos prescriptores, se lo mandaron a las direcciones Provinciales de Farmacia y a los laboratorios fabricantes.
“Insonid siguió en el mercado, según el Ministerio de Sanidad, hasta Julio de 1.969, ocho años después de haber sido retirado del mundo entero, y a sabiendas de sus terribles consecuencias”
Ojo a las fechas. La primera orden a las Direcciones provinciales sale en Mayo de 1.962, 6 meses después, y, si leen los nombres de los medicamentos, hay tres desconocidos, Contergan, Karadan y Distaval, (vendidos con ese nombre sólo en Alemania, Canadá y Reino Unido, respectivamente, nunca en España) y, de los vendidos en España, solo saben de tres, Imidan, Softenon y Glutonaftil. Parece ser que la Dirección General de Sanidad no sabe cuántos medicamentos con Talidomida hay en España, lo cual es digno de reflexión. Cuatro o cinco meses más tarde (Sept-Oct de 1.962) descubre que hay otros dos más: Varial y Enterosediv, pero de estos sólo da orden de retirada a los laboratorios fabricantes.
¿Nadie echa algo en falta? ¿Dónde está la orden de retirada de Noctosediv e Insonid? Sencillo: simplemente no existe, porque no sabían que tenían Talidomida, y por tanto no se prohíben hasta que sus fabricantes consideran oportuno retirarlos. Este dato o fecha no lo conocemos de Noctosediv. El Insonid sigue en el mercado, según el Ministerio de Sanidad, hasta Julio de 1.969, ocho años después de haber sido retirado del mundo entero, y a sabiendas de sus terribles consecuencias.
“Tres documentos oficiales constatan que ENTEROSEDIV de Grunenthal contiene Talidomida y se ordenó anularlo y retirarlo del mercado. Pero el medicamento aparecía aún en los Vademecum de 1.966, 1.969, 1.970, 1.971, 1.973 y 1.975”
Preguntamos al Ministerio de Sanidad acerca de Insonid y Enterodsediv, para que nos confirmen que contenían Talidomida, y nos envía fotocopias de los cartonajes originales, además de afirmar que ambos contienen la droga.
Queda confirmado y constatado por tres documentos oficiales que ENTEROSEDIV de Grunenthal contiene Talidomida y le han ordenado anularlo de forma definitiva y retirarlo del mercado ¿Verdad?
“Grunenthal envió una carta a su distribuidor español considerando que no era necesario informar a los médicos ni representantes del porqué de la retirada de la Talidomida del mercado. La única explicación plausible: para que siguieran recetando, vendiendo y distribuyendo”
Pues aquí tienen los Vademecum de 1.966, 1.969, 1.970, 1.971, 1.973 y 1.975 donde aparece ENTEROSEDIV. Es importante decir que para que un medicamento aparezca en el Vademecum, el laboratorio tiene que pagar por ello, es como una promoción del mismo o como un anuncio en una revista. Vademecum no comprueba composiciones, ni nada, sólo escribe lo que el laboratorio le dice sobre ese medicamento.
Nada más y nada menos que 14 años después de haber sido retirado en el mundo entero.
¿Les parece una actitud reprobable? Pues no se queda ahí la cosa. Esta es la carta que el laboratorio alemán Grunenthal le envía a su distribuidor español, considerando que no es necesario informar a los médicos ni representantes del porqué de la retirada de la Talidomida del mercado. La única explicación plausible es para que sigan recetando, vendiendo y distribuyendo.
Alguien inocente podría pensar…..¿Pero los médicos sabedores del asunto ya no la recetarían?
“La primera Ley de Control sobre la Talidomida en España es de 1.985 y ella misma reconoce que la Talidomida tenía absoluta libertad de dispensación ambulatoria hasta entonces, veinticuatro años después de haber sido retirada del Mundo entero”
Pues bien, para esa gente tan cercana a cómo debería ser la realidad, queremos enseñarle esta receta de Talidomida del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (Hospital de referencia nacional) fechada en 1.975, continuada en 1.976, 1.977 y 1.978
Dieciséis años después de la retirada mundial.
Pero por Dios…… ¿Es que no hay una legislación para controlar un compuesto que asesina y mutila seres humanos en España?
“Nadie sabe qué fue del medicamento Noctosediv de Grunenthal”
La primera Ley de Control sobre la Talidomida se publica en el BOE en Mayo de 1.985, si leen la exposición de motivos en la zona indicada, podrán deducir solos que la propia ley reconoce que la Talidomida tenía absoluta libertad de dispensación ambulatoria, o lo que es lo mismo, que se daba como piruletas hasta 1.985, veinticuatro años después de haber sido retirada del Mundo entero.
Volvamos otra vez a 1.961 ¿Recuerdan la orden de prohibición de suministro en Noviembre de 1.962? Pues aquí les enseñamos qué hacía Grunenthal para retirarla en España.
“Grunenthal envió a España entre 15 y 40 millones de pastillas con Talidomida”
La promocionaba a toda página en una revista especializada, como “sin toxicidad aguda”, “sin peligro de toxicomanía”, etc. etc. Salvemos a los alemanes, y que los españoles sigan comprando. Ética actitud donde las haya.
Por cierto, no dejen en el olvido que nadie sabe qué fue de NOCTOSEDIV de Grunenthal…….
“El único propietario de la patente de la Talidomida ha sido Grunenthal”
La segunda incógnita ¿Cuánta Talidomida trajo Grunenthal a España? ¿Cuántas dosis se vendieron? La segunda pregunta solo puede ser respondida por Grunenthal, que nunca lo hará con sinceridad, pero la primera se la contesta AVITE: (1.4- KG DE TALIDOMIDA IMPORTADOS SOLO POR GRUNENTHAL) Entre 15 y 40 millones de pastillas, y sólo se necesita una para destrozar una vida, con una sola píldora tomada en el momento sensible, un ser humano nace muerto o monstruo por voluntad de un negocio y dejadez del controlador.
Es muy importante saber que desde Marzo de 1.955, y por 50 años (2.006) el único propietario de la patente de la Talidomida ha sido Grunenthal, o lo que es lo mismo, nadie, absolutamente nadie, en España podía fabricar Talidomida sin la expresa autorización del laboratorio alemán. Nadie que no fuera Grunenthal, obviamente. Por tanto, todo producto distribuido, o lo hacía Grunenthal, o tenía su permiso, pues no consta ninguna demanda de Grunenthal a ningún otro laboratorio por plagio.
Situación actual de las víctimas (Marzo 2.016)
Tras la lamentable sentencia del Tribunal Supremo de fecha 23 de Septiembre de 2.015, donde venía a decir que las malformaciones física y muertes de seres humanos prescriben, por obra y gracia de la “justicia española” y sus legisladores. AVITE ha agotado todos los trámites legales para poder tener acceso a su siguiente y último escalón judicial nacional, el Tribunal Constitucional, donde presentará su recurso de anti-constitucionalidad a finales de Marzo o principios de Abril. Desgraciadamente, es un paso insalvable para acceder a la justicia internacional, concretamente al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo; no nos queda más remedio que esperar (otra vez más) los plazos oportunos de los estamentos nacionales para tratar de buscar fuera de nuestras fronteras la razón al sentido común que dentro se nos niega.
Es preceptivo decir que el Tribunal Constitucional no condena, ni culpabiliza a nadie en sus conclusiones. Simplemente, declara constitucional, o no, una sentencia. Esto quiere decir que si AVITE ganara en esta instancia, la sentencia sería declarada anti constitucional, y nos volvería a tocar empezar desde el principio, o sea en primera instancia. Con nuevas opciones para Grunenthal de recurso a la misma Audiencia Provincial, y al mismo Tribunal Supremo que nos declaró “Prescritos” Y lo más doloroso y recalcitrante,:otros, 3, 4 ó 5 años de espera procesal, como mínimo. Si la declarase constitucional, nos daría salida a Estrasburgo y a su Tribunal, pero ya nunca sería condenado Grunenthal, pues este Tribunal Internacional condena Estados, no particulares ni empresas. El Estado español sería condenado a asumir las cantidades exigidas a Grunenthal, o lo que es lo mismo, cada español pagaría una parte de la codicia, la avaricia y la falta de ética del laboratorio alemán.
Como ejemplo similar para que el lector comprenda la diferencia de nacer alemán a nacer español, en lo que a trato por su Estado se refiere. Pondremos el ejemplo de la crisis del “Pepino” de 2.011. Aparece una bacteria en Alemania que causa la muerte a 36 alemanes. Un científico alemán, sin más pruebas que su intuición, declara que el responsable y transmisor de esa bacteria es el pepino español. Inmediatamente Alemania, y su Gobierno en pleno, embargan la exportación de productos hortofrutícolas españoles hasta comprobar los hechos. Por contagio, el resto de países europeos y mundiales hacen lo mismo, durante casi dos meses. Esa decisión le cuesta a España más de 2.000 millones de euros en pérdidas de nuestro sector agrario. Al final, se demuestra que no era nuestro pepino, ni nada parecido, pero aquí no pasó nada. España se queda con sus pérdidas, y Alemania con la satisfacción del deber cumplido “Proteger a sus ciudadanos” ¿Alguien nota la diferencia?
Para finalizar, una pregunta para nuestro fuero interno: ¿Qué hubiera pasado si un laboratorio farmacéutico español hubiera asesinado y mutilado a cerca de 3.000 alemanes? Espero haber conseguido transmitir el porqué de nuestra indignación con el Gobierno actual y anteriores.
AVITE solo muestra sus pruebas “oficiales” y contrastadas, una parte de ellas, las conclusiones pueden ser perfectamente suya, pues ya todos tenemos criterio propio. (R.B)
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