
JORDI SUNYER
Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud en la Universidad Pompeu Fabra. Investigador del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar). Vicedirector del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL). Ha recibido Premio John Goldsmith, el más prestigioso en epidemiología ambiental. Autor principal de una investigación del proyecto Europeo Breathe sobre exposición a contaminantes atmosféricos y desarrollo cognitivo en niños de primaria. (Fotografía: Pau Fabregat- ISGlobal)
Adelantos –La contaminación del aire ¿es neurotóxica?
–En una clasificación reciente de los neurotóxicos del neurodesarrollo, se la titulaba como sospechosa de serlo, pero no confirmada. Nuestro estudio en escolares indica que, por la naturaleza del estudio, la consistencia con otros estudios y la coherencia con las evidencias toxicológicas merecería ser considerada como neurotóxica probada en humanos.
Jordi Sunyer –¿Qué han averiguado exactamente sobre los niños de escuelas altamente contaminadas?
–El crecimiento de la funciones ejecutivas básicas, como la memoria de trabajo y la atención sostenida, es menor que en los niños de escuelas con menor contaminación. Ello no se explica por las características sociodemográficas de las escuelas o los niños.
“La memoria de trabajo y la atención sostenida de niños en escuelas altamente contaminadas es menor”
–¿De dónde proceden las partículas especialmente peligrosas en ese sentido? ¿Cuál es la peor?
–Proceden del tráfico y, en particular, de los vehículos con diésel. No podemos identificar si las culpables son los metales o los hidrocarburos que se inhalan con las partículas de carbón.
–¿Es, pues, peor el diesel que la gasolina?
–Por lo que se refiere a la emisión de partículas ultrafinas, que tienen una mayor capacidad tóxica, ciertamente es peor el diesel. Por lo que se refiere a la emisión de gases relacionados con el cambio climático, el motor a gasolina es más perjudicial.