España es una inexplicable excepción

Por: José Miguel Cisneros,
Vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)
(Sevilla, 19 de septiembre de 2016)
El mundo tembló en 2014 con la gran epidemia del virus Ébola. El virus del Zika puso en riesgo la celebración de los recientes juegos olímpicos de Brasil. Y el próximo día 21 de septiembre, en Nueva York, la Asamblea General de las Naciones Unidas reunirá a los estados miembros para afrontar una de las mayores amenazas para la salud pública mundial: el aumento imparable de las resistencias bacterianas a los antibióticos.
Estas son sólo algunas de las crisis sanitarias recientes causadas por infecciones, y que explican que las enfermedades infecciosas sean una especialidad médica en la mayoría de los países desarrollados, entre los que España es una inexplicable excepción, porque se cumplen todos los requisitos para que aquí también lo sea.
Primero, porque el volumen de conocimientos de las enfermedades infecciosas es igual o superior al de cualquiera de las grandes especialidades médicas. Para comprobarlo, basta con contar el número de páginas que cualquier manual médico prestigioso dedica a las infecciones y compararlo con el que dedica a la cardiología o la neurología, o con preguntar a cualquiera de los opositores al examen del Médico Interno Residente (MIR), cual es la patología “de la que caen” más preguntas.
Segundo, porque la realidad asistencial que suponen los pacientes con infecciones tiene tal magnitud que durante los últimos treinta años se han creado 95 unidades de gestión clínica y servicios de enfermedades infecciosas en otros tantos hospitales españoles, distribuidos por todas las Comunidades Autónomas.
La especialidad de enfermedades infecciosas facilitaría la libre circulación de nuestros profesionales
Y tercero, porque la creación de la especialidad de enfermedades infecciosas, facilitaría la convergencia con Europa, y la libre circulación de nuestros profesionales, porque existe en la mayoría de los países europeos.
Por todo lo anterior, en el año 2010, el Congreso de los Diputados llegó a aprobar por unanimidad una Proposición no de Ley, presentada por el Grupo Parlamentario Popular, en la que proponía el reconocimiento de la especialidad de enfermedades infecciosas en España. El Ministerio de Sanidad, llegó incluso a tener listo el Proyecto de Real Decreto.
Las enfermedades infecciosas no caben en un ACE
Lamentablemente, no siguió adelante; en su lugar, el gobierno actual creó el Área de Capacitación Específica (ACE) por Real Decreto (RD 639/2014, de 25 de julio) que ha sido impugnado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ante el Tribunal Supremo porque las enfermedades infecciosas “no caben” en el ACE, y sigue reclamando que la creación de la especialidad es una necesidad asistencial, y que lo es ahora más que nunca.
Los antibióticos útiles se están agotando; sin ellos, no son posibles trasplantes ni cirugías complejas
Las infecciones por bacterias resistentes causan más muertes que los accidentes de tráfico. Los antibióticos útiles se están agotando porque las bacterias son cada día más y más resistentes, y de seguir así la medicina moderna corre grave riesgo porque sin antibióticos no es posible hacer trasplantes, ni administrar quimioterapia para el cáncer, ni realizar intervenciones quirúrgicas complejas.
El gobierno actual debe explicar a los ciudadanos por qué no aprueba la especialidad, arriesgando la calidad de la atención a los pacientes con infecciones complejas
Es necesario formar infectólogos por la vía MIR, de la misma manera que cardiólogos y tantos otros especialistas médicos y quirúrgicos, y que tanto prestigio dan a la medicina española. Mientras no sea así, el gobierno actual debe explicar a los ciudadanos por qué no aprueba la especialidad, poniendo en riesgo la atención de calidad a los pacientes con infecciones complejas. Y debería hacerlo también a los profesionales que, de forma autodidacta, han atendido a los pacientes con infecciones en estos últimos treinta años con tal nivel de calidad científico-técnica, y que han colocado a nuestro país en el cuarto lugar del mundo en producción científica en enfermedades infecciosas, lugar insólito si tenemos en cuenta que España ocupa el puesto número 14 a nivel mundial en investigación biomédica.
La aprobación de la especialidad es urgente: los antibióticos se acaban, las bacterias van ganando
La aprobación de la especialidad de enfermedades infecciosas no es una reclamación corporativa, es una reclamación profesional, porque los beneficiarios serán los pacientes con infecciones complejas, y la sanidad española, que habrá tomado partido, de nuevo, por la medicina moderna, basada en las especialidades médicas, como lleva haciendo desde hace 50 años y con la que ha cimentado su prestigio internacional.
La aprobación de la especialidad es además urgente, porque los antibióticos se acaban, y las bacterias van ganando la batalla. Necesitamos especialistas muy bien formados que lideren la lucha contra estos “bichos malos”, y salven los antibióticos para que sigan siendo a útiles a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.